He estado charlando con Mercè Martorell, psicóloga y arteterapeuta sobre su trabajo de acompañamiento a un grupo de hombres en una residencia de la Fundación Pere Relats, un grupo de Arteterapia reconocido y valorado en el centro con todo su recorrido.
Cuéntame cómo comenzó el grupo
El grupo comenzó hará unos 5 años gracias a una beca de La Caixa a través de la Asociación Gefrat. El primer año la intervención se planteó como una investigación. Una vez acabada, el equipo técnico y el patronato de la fundación quisieron darle continuidad.
¿Qué objetivo tenía la investigación, como fueron los criterios para seleccionar participantes?
Trabajamos de manera conjunta con el equipo técnico de la Fundación y con la Asociación Grefart, y finalmente se consensuó que se enfocaría a residentes que no se adaptaban a la vida residencial. Personas que por su mochila de vida, sus dificultades o patologías a nivel emocional estaban muy recluidas, aisladas, con puntos de ansiedad, tristeza, depresión… La idea era indagar en si a través del trabajo de Arteterapia se podía hacer que estas personas trabajasen algo de su malestar.
¿Se consiguió este objetivo?
El objetivo se cumplió hasta cierto punto. Los procesos de trabajo de Arteterapia necesitan tiempo, especialmente cuando el bagaje es tan fuerte y son personas mayores, necesitas más tiempo. Algunas cosas se consiguieron y otras las hemos ido consiguiendo con 5 años de intervención. Hay usuarios que han conseguido grandes metas personales gracias al trabajo en Arteterapia.
¡La participación continuada ya es un éxito de inclusión y de vinculación!
Es un gran éxito, hombres que no han dejado de venir al taller y han conseguido trabajar aspectos muy profundos de sí mismos, y se han vinculado como grupo, ellos sienten esa cohesión. Además han ido haciendo demandas, como ir a una exposición por ejemplo, así que hemos hecho muchas cosas. En el mes de Julio yo les hago una propuesta de carácter artístico, así que hemos trabajado con fotografía, pintura, collage… En este sentido creo que también es un éxito.
Háblame un poco sobre el hecho de que sean todo hombres
No fue intencionado, pero acabó siendo así. Pensamos que es porque como tendencia, los hombres han tenido un rol concreto, que les ha ido bien en cierto sentido, pero que tiene su otra cara… este rol no les ha ayudado a tener red social y la sociedad no les ha dejado expresarse a nivel emocional.
Intersección entre Género y edad… una generación donde los roles eran difíciles de cuestionar.
Si, además también hay hombres del grupo con poliadicciones, sobre todo alcohol, que lo han perdido todo. Incluso algunos que vivían en la calle, esto es más frecuente en hombres.
Me gustaría también destacar lo que comentas de la demanda, en un colectivo en que muchas veces eso está “dormido”
Pienso que es una de los trabajos que tenemos es poner a la persona en una posición activa, creadora, de ser sujeto. La primera forma de hacerlo es que la participación tiene que ser voluntaria sean las que sean sus condiciones, aunque haya por ejemplo un proceso de demencia, tiene que haber encuentro previo, propuesta, esto que te cuento, ¿crees que te puede servir? Más aún cuando hay colectivos que se invisibilizan, se invalidan. Ellos dicen “es un trabajo de libertad, donde cada uno puede ser como quiera y trabajar y decir lo que quiera” Esta toma de decisiones para este grupo ha sido súper importante, tengo esta edad, pero aún soy capaz de decidir qué quiero hacer y cómo lo quiero hacer. Ha sido súper importante, poder trabajar durante cinco años todo esto, sobre todo porque se trata de hombres que por el motivo que sean han sido desahuciados, y tiene mucha culpa, una autoestima por los suelos y muchos sentimientos de nulidad…
Continúan los mismos hombres desde el principio?
El grupo permanece muy estable, sólo ha habido bajas por personas que han fallecido. Desde que comenzamos nos han dejado cuatro personas. Cada vez que ocurre, pasado un tiempo, entra una nueva.
¿Cómo se trabaja esta marcha? Supongo que tiene un gran impacto
Esto ha sido un temazo, para mí y para ellos, aunque creo que más para mí. ¿Qué hacemos cuando el paciente no volverá más? Su producción está ahí, su caja, su carpeta… y una silla vacía..
La presencia de la ausencia…
Ha sido algo que hemos trabajado de forma colectiva con el grupo. La cuestión de la muerte es un tema muy presente en una residencia; ¿Cómo queréis trabajar eso, qué queréis hacer?
También es ponerse delante de la posibilidad de la propia muerte, una despedida y a la vez un encuentro con lo que vendrá…
Ellos son personas relativamente jóvenes pero muy frágiles de salud, hay algo de ¿quién será el próximo? Consensuaron y luego han ido repitiendo, coger la producción, ponerla sobre la mesa, hablar sobre la persona, sus obras, detalles de su forma de ser o trabajar. En la residencia además, celebran un acto de duelo, donde todo el mundo que quiera puede asistir. Es un acto de recuerdo, entonces el grupo a veces prepara algo para ese día, pero no siempre.
Me hace pensar que la despedida a veces necesita ser íntima.
Claro, tenemos mucho tabú en torno a la muerte, pero igual que preparamos la llegada de un ser nuevo al mundo, y cada familia lo hace como quiere, ¿por qué no pensarlo así también al final? Tenemos muy asociada la muerte con la pérdida, pero en la residencia, este acto de duelo no es un acto de tristeza, sino un acto para el recuerdo.
Me parece un trabajo además de interesante necesario en este contexto.
En la otra cara de una marcha… ¿cómo se gestiona una nueva entrada?, por lo que cuentas seguro que se tiene en cuenta que el grupo esté listo.
Por supuesto, se tiene en cuenta que el grupo esté preparado, la mayoría de veces si fuera por ellos, en unos 15 días ya podría entrar alguien, suelen preguntarme cuando será. En la práctica, solemos tardar unos 2 meses. Valoramos detenidamente quién puede ser, se habla con la persona, con la familia… Es una forma de cuidar esta entrada.
Tu vinculación con el equipo es importante, ¿en qué medida participas en los planes de atención individuales?
Mi participación es indirecta, soy una profesional externa que tiene su sitio y su voz. De forma práctica, me avisan cuando esta reunión se acerca y les doy mi punto de vista de forma oral o escrita, pero no estoy físicamente en la reunión, principalmente porque no entra dentro de mis honorarios.
Pero estás presente.
Por supuesto, pero no sólo en este momento del PAI. Cada día que voy, tengo media hora de transmisión con las educadoras, dónde ellas me cuentan y yo también. Y una vez al mes, con el psicólogo del centro. De hecho, muchas decisiones que se han tomado a nivel general, han partido de situaciones que yo he detectado.
Has podido detectarlas a través del trabajo de Arteterapia?
Claro, y esto no es sólo porque algunas personas asistan sólo a esta actividad, con lo cual yo soy quien tiene más contacto. A través de qué materiales está usando o cual no, cómo se sienta, como dispone el material o modela el barro, lo que dice y lo que no… todo esto, conociendo a la persona, me ha permitido detectar que estamos cerca de una recaída de consumo, un brote o una tentativa de suicidio.
Arteterapia es un trabajo de mucho escucha, individual de cada uno de ellos. Los cambios, los micromovimientos, las cosas micro que pasan. También es un trabajo de registro; el diario, las fotos que también ayudan a entrar muy al detalle de la producción. A veces también hago pequeños videos de algo que está pasando y parece importante. Y el trabajo de revisar, supervisar, buscar la mirada externa, lo que en un momento dado tú no puedes ver.
Todo lo que hay detrás para poder llegar a esta mirada… Pensaba también en los cambios que se producen, no sólo los hitos en un proceso terapéutico, también los pequeños cambios que vive la persona en el día a día.
Tenemos claro que un niño desde que nace, pasa por un proceso evolutivo de cambio, cuando hablamos de personas mayores, esto desaparece de repente. Y dentro de ser mayor también hay un proceso de envejecimiento que implica muchos cambios. Es importante disponer de un espacio de trabajo terapéutico, donde poder dar lugar a estos cambios, dejar que pasen, ser amables con ellos.
Supongo que tiene que ver con el tabú de la muerte, con el duelo, la pérdida, es un proceso que hay que atravesar… perder la capacidad de hacer cosas por ti misma, personas que marcha, la perdida está muy presente.
Nos educan para la vida, pero la vida está llena de pérdidas que necesitan acompañamiento, si me voy al otro extremo, porque conozco bien el trabajo con niños, cuando van creciendo, se entiende como un proceso de mucha riqueza, bonito, una época de esplendor, pero que necesita apoyo. Los cambios son constantes y pueden ser vividos desde muchos lugares, también desde la felicidad, pero en cualquier caso, necesitan un acompañamiento. Con las personas mayores pasa lo mismo, el cuerpo cambia, pero también puede hacerlo de forma bella, y puede compartir toda una vida de experiencia, de sabiduría…
Y eso es muy rico… todos los cambios conllevan aprendizaje.
Claro, todo lo que he vivido y perdido, me ha permitido ser cómo soy. Si pienso en mí, el día que yo falte, todo el legado que podré dejar a quienes hayan estado en mi vida… Pero la muerte, la pérdida física… la gente tiene miedo…
uff! suspiro!
Me interesa mucho que me cuentes también el trabajo con personas con demencia, con deterioro cognitivo, que se piensa aún más que no pueden participar, opinar… ¿algo que lleves a la práctica, que te sirva para el trabajo?
Le he dado muchas vueltas… no puedes decir coge lo que quieras y empieza a hacer, porque les pones en una situación de angustia. Pienso que el trabajo ha de ser mucho más dirigido, más pautado, con más sostén. Cuando llegan, la mayoría tienen una movilidad difícil, encuentran la producción sobre la mesa, de la misma forma que la dejaron.
Encuentran el mismo escenario…
Eso es, esto ayuda a hacer hilo, un poquito de rastro, se encuentran con lo que fueron capaces de hacer, entonces pueden estar delante de la sesión sin angustia.
Después ofrecer materiales súper sencillos y muy bien enmarcados. Lo coloco siempre sobre una base, se delimita el espacio de trabajo, esto también ayuda mucho a ubicarse y orientarse. Por otro lado, tiro mucho de cuál ha sido si oficio, porque esto si lo recuerdan. Por ejemplo tengo un hombre que era costurero y otro que hacia alpargatas, entonces algunos materiales tienen que ver con sus oficios.
Les ayuda a evocar
Si, evocan algo de lo que sabían hacer. Y hablo de personas con un grado severo de demencia, se trata de que puedo hacer algo desde lo que aún sé que puedo hacer.
Desde la capacidad.
Exacto, y se ha de plantear con mucha humildad, donde se llega es muy micro, pequeño, pero tiene mucho valor.
Muchísimo!
Uno de los hombres, 97 años, Alzheimer en un grado severo, estuvo muy enfermo, pensábamos que llegaba el final. Se ha recuperado y vuelve tras un mes sin venir. A nivel de su trabajo y su producción, ha habido un gran paso hacia atrás, pero podemos continuar, haremos los pasos posibles y volveremos poquito a poquito. Los primeros días hacia sesiones más cortas, 45 minutos en los que cortaba cuatro trozos de lana. Pero tiene mucho valor porque ha sido capaz de reconocer que la lana era suya, ponerla en relación con las tijeras, decidir cortarlo y hacerlo él solo.
Creo que lo que es importante es conseguir que semana a semana ellos puedan hacer este hilo. Si consigues eso… nos podemos dar por súper satisfechos!
¡Qué súper trabajo! Un placer escucharlo, podríamos seguir mucho rato!
Antes de terminar, destacar que has estado inmersa en la dirección del documental VEUS, que habla de este trabajo, este grupo, ¿cuándo podemos verlo?
Ahora mismo hemos ido proyectando en sitios que hemos buscado o nos lo han pedido, como fue el caso de ATe. A finales de Febrero, en la casa Orlandai en Sarrià, habrá proyección más coloquio y en Marzo lo mismo en el Ateneu Popular del Raval. Después cerramos este ciclo y nos enfocaremos a presentarlo en festivales documentales de temática social. Estamos muy interesados en diferentes públicos, no solo arteterapeutas, gente de la calle y otras prácticas profesionales que tienen que ver con lo social, nos interesa mucho su voz… porque el documental lleva a hablar de muchos temas que no tienen sólo relación con arteterapia.
Doy fe Mercè! Y os deseo mucha suerte con este recorrido!
Muchas gracias a ti también Kathya por tu ánimo de divulgar con el proyecto de Artombú, espero que dé que hablar!!